lunes, 4 de octubre de 2010

Amante letra


Me urge poseerte, tus versos, tu prosa, toda tú.
Literatura a la que en vida traigo a la luz.
Te creo ante mis ojos, eres mi pasión bajo el llanto
y en el sufrir a ti entero me doy.

Poso mis dedos en tus letras
buscando saciar mi don.
Escribirte me tienta, cada día
me gozo tu inspiración.

Caigo rendido en tus palabras,
acariciarte completa es mi excitación.

Sudamos juntos notas de sexo y pasión.
Me seduces mientras caminamos
de la mano; tú poesía y yo escritor.

Te deseo porque eres mía
y al mundo regalas lo mejor de mí: todo yo.

sábado, 26 de junio de 2010

Inocencia Perdida



Fui sonrisa en mis años de juventud y lujuria en la niñez.

Y desnudaba el verso en la proa de un pirata niño que se hizo hombre bajo una piel.

Jugué con mis rizos ingenuos, descalzo de sueños y anhelos en un mundo de traspiés.

Rompí en llanto tras el destierro desnudo de mis años; porque no fui niño, sino hombre pirata que juega al revés.

Navegué en muchos mares con mi joven navío, pero tesoros no encontré.

Y eco se hicieron mis lágrimas como estrellas manchadas de sangre e hiel.

Un manantial ahogaba al pirata y a un hombre en silencio hacía nacer.

Pirata hombre, pirata niño. Tendido en el lomo de mi montaña hoy me siento perdido.

¡Oh, preciosa montaña que me mostró la carne y el sabor del vilo!

Montaña hombre, montaña de niños; recógeme entre tus brazos y acurrúcame entre tus lirios.

Devuélveme la inocencia, has nuevamente tuyo este niño.

Enróscame entre matorrales y lléname de suspiros.

Muéstrame, montaña, la inocencia de mi piel y la génesis de mi destino,

Cual pirata de mil mares que perdió su timón en el olvido.

Haz de mí melodía encallada en riachuelos de nueva vida.

Hazme tuyo mar o montaña ó escúpanme un camino.






jueves, 24 de junio de 2010

Danza Marina




La mar me arropa en las noches cual sabana que viene y va.

Su espuma es lana fría que se lleva penas y devuelve alegrías.

En el cielo las estrellas me hacen compañía como luciérnagas que brillan sin cesar.


Algas marinas alimentan mis sentidos y los peces masturban mis deseos carnales al olvido.

Caracoles aprietan mi torso desnudo a la orilla, mientras los cangrejos cortan venas de otra vida.


La mar se tiñó de rojo; de carmesí puro y de semen de aguas vivas.

Ondas lubricadas de azufre me envuelven y me llevan a bailar entre arrecifes de una ciudad perdida.

Escamas rozan mi piel y erizos hacen profundas heridas en mis rodillas.


Burbujas besan mis labios llenando mi cuerpo de nuevas energías.

Náufrago fui de un amor pasado que hoy me guía a la orilla.

EL horizonte se viste de amarillo, se avecina un nuevo día.


Adiós digo a mis amigos del océano y a todos aquellos que me vieron triste y falto de brillo en mi vida.

Otra vez la mar se tiñó de rojo; de carmesí puro y de semen de aguas vivas.

De ti y de nada



Fuiste clavel mojado en mi espalda.

Resbalaste en mis curvas y hasta tocaste por dentro mi alma.

Susurro amargo fueron siempre tus palabras.

Maquinas de besos adornaban las calles de la avenida esperanza.

Mostrabas tus cabellos erguidos cual pirata su espada

Y lamías con tu lengua el sudor de mi cara.

Fuiste rocinante fugitivo que a su amo varado deja en medio de la nada.

Y creciste tu vida a mi lado sin temores ni miedos, sólo mar y agua salada.

Marcaste rumbos cual roció baña las rosas en la mañana.

Y volcaste fluidos en mi cuerpo, en mi vida y en la de todos los de la comarca.

¡Oh, bestia salvaje que domarte me dolió en el alma!

Recorriste con tus manos mi cuerpo mostrándote indefenso y sin temor a nada.

Y fui tuyo mil veces, mil veces y con mil ganas.

Estrellas brillaron sobre ti y otros cuerpos dañaron la confianza.

Unos a caballo, otros a pies; más soldados se unieron a nuestras andanzas.

Y la vida fue dura de ahí en adelante; dura, infeliz, llena de caprichos, de tinieblas y de pura nada.