
Solo algunas luces dejaban ver tu torzo. Algunas rojas otras verdes, como la sustancia que corría a través de mi cuerpo.
El humo de la pista me afixiaba pero eso era lo de menos.
Como siempre casi no tenias ropa, mientas lentes oscuros ocultaban tu mirada.
Hoy ibas de bombero, aunque de militar te ves mejor.
Nunca me atreví estar mas cerca, aunque con ansias locas deseaba que apagaras este fuego que corría en mi interior. Quizás producto de las ganas que te tenia o producto de los efectos de la mezcla de alcohol.
Siempre vivía deseándote, cada madrugada tocaba mi cuerpo pensándote. Eras inalcanzable.
Ese día que a mi llegaste habías decido dejar también tus ojos al desnudo, como todo lo demás, inclusive tus tan hermosos glúteos.
Nuestras miradas se cruzaron, cual estado hipnótico nos acercamos. Tu olor peculiar a bar, tu fuerza y tus esquistos movimientos al bailar me llevaron a un gran éxtasis que a la eyaculacion me logro llevar.
"Lobo" me susuraste en el oído, mientras no dejabas de sostener mi pene aun erguido.
A nuestro alrededor ya no quedaba nadie, mientras que con otro susurro la magia apagaste,
"Bueno chico, es hora de pagarme..."
"Ya los lobos no cazan su presa para saciar su hambre si no para llevar a la quiebra a los hombres..." Viktor Lhuis
Que melancólico es tu post amigo Victor, la verdad es esa, ya parece no existir el amor verdadero desde que todo se volvío de propiedad privada, ahora el tener sexo es tán común como ir al baño y nadie le dá la importancia qe merece el hacer el amor, por eso no tengo a nadie, prefiero vivir en soledad a conocer el placer de algo efímero que sé qe no vá a durar y que no vá a ser sincero...
ResponderEliminarEspero no sea tu situación y de ser así lo siento mucho, una vez escribiste en mí blog y me gustó lo que pusiste, espero devolverte el favor y qe estemos en contacto.
Desde mí incón de melancolía te saludo.
El peregrino