jueves, 30 de julio de 2009

En el Fondo de la disco hay un negrito



Noche tras noche, Joseíto visitaba la misma barra. Pasaba las horas mirando a la gente entrar y salir, bailar y tomar; sin decir ni una palabra.

Joseíto no hablaba con nadie, sin embargo todos lo conocían. El barman no le preguntaba lo que tomaría, pues ya era costumbre que sólo pidiera un vaso de agua fría.

Siempre vestía de corbata y chaqueta, aunque los tiempo de vestirse así ya no era la moda de las discotecas.

Joseíto vio evolucionar muchas cosas. En los ochenta escucho la música de Michael Jackson; en los noventa un par de rockeros de espanto y ahora en el 2000, un poco de pereo que según él no le gustaba tanto.

Nadie sabía su misterio y algunos lo insultaban y le tiraban con trozos de hielo. A Joseíto esto no le molestaba pues tenía la esperanza de que estos no "volvieran mañana".

El dueño del lugar odiaba verlo llegar. Su parecencia incomodaba a la gente que bajaba de San Juan.

Nadie, ni los más viejos del barrio conocen de su pasado, aunque se rumora éste fue un hijo que en algún momento dejaron olvidado.

Las discos ahora son más obscuras, y ya nadie fuma frente a la barra sentado. Para Joseíto esto fue un alivio pues siempre terminaba en la madrugada intocicado.

Casi a las tres los ojos de Joseíto comienzan a brillar, y a las cuatro no paran de llorar. Otra noche más en la que no regresó aquella alma que sentado en la misma silla de aquella barra conoció y que juró nunca dejar de esperar.
Joseíto siguió su vida sentado en la misma silla. Una noche a eso de la de las tres de la madrugada hubo una redada. Murió Joseíto. A uno de ellos se le escapó una bala. Sus ojos no volverían a ver la luz aquella mañana, pero Joseíto sonrió pues sabía que quizás en el cielo habría una silla donde pudiera sentarse a esperar a su amada...Víktor Lhuis

miércoles, 29 de julio de 2009

Eres una maldición


Ya ha pasado más de un año y aún sigue presente en mí tu recuero. Día a día, mes a mes, segundo a segundo; le suplico a Dios que me saque de este infierno.

El Mundo conspira para que te vea; y eso realmente es lo menos que quiero. Verte, es desear tu cuerpo, tu mirada, tus labios y quizás tus sentimientos.

Sigues haciendo daño y crees que ya lograste remediar aquellos sucesos. Lamento que pienses que esas memorias se las llevó el tiempo, pues en mí siguen presentes como un puñal clavado en mi pecho.

Me buscas, me llamas, me tocas y tiembla todo mi cuerpo. Tu presencia me incomoda pues se que fui tu juguete y lo peor es que no me arrepiento.

Has cambiado mucho, por lo menos tu cuerpo, sin embargo sigues siendo el mismo idiota del pasado que va por la vida rompiendo sentimientos.

Ahora estás más guapo, aunque en tu mirada veo sufrimiento. Quizás, ahora te tocó a ti pasar lo que desde hace una año yo estoy viviendo.

Me dolería verte sufrir, aunque muchas veces se lo pedí al cielo.

Admito que mi pasión por ti sigue guardada en mi pecho, mientras tú, muchos corazones con tus labios sigues dejando sin aliento.

Daría por ti la vida y me molesta tener que escribirlo, pues tengo que reconocer que tú por mi ni siquiera harías el intento.

Mientras más noticias de ti me trae el viento, mucho más mis celos van creciendo.

Una vez escribí que te tuve y hoy te pierdo, ahora tengo que admitir que te perdí y tu recuerdo me está consumiendo....Víktor Lhuis

martes, 28 de julio de 2009

No permitas que el amor te levante la mano...


Cuando permitimos que el amor entre a nuestras vidas nos arriesgamos a ser más infelices que cuando este aún no existía. A medida que este va entrando en nuestro cuerpo, las sensaciones van cambiando. Primero nos sentimos en el cielo y cuando pasa a través del corazón nos deja sin aliento. Pero lo peor es cuando nos llega al cerebro, ahí nos hace sentir ser parte del infierno.

Cuando el amor nos llega por sorpresa, ese es otro cuento. El golpe de una bala se queda corto al compararlo con el amor fugaz de algún ser ingenuo.

Más vale enamorarse de alguien que valga la pena, alguien a quien no le moleste abrir la chequera. Esa persona que en todo te complasca, aunque sólo lo veas en la mañana.

Prefiere esto antes de tener un amor verdadero, aquel de película, de cuantos de hadas y príncipes de revistas que sólo existen en nuestros sueños.

Este es el amor que más se sufre. El amor que más se llora. El amor que se extraña, es el amor que nos destroza. El príncipe ama a su princesa para siempre, pero los cuentos no terminan la historia. Aquella parte que nos da a conocer que tres años después del primer beso, el príncipe se vuelve sapo y ni Dios ni el Diablo logra hacer nada para cambiarlo.

Se ata a nuestras cinturas. Como un chicle bajo el zapato no quiere que te deshagas de él, aunque lo trates como a un trapo.

Pero, peor es cuando realmente nosotros somos los que nos enamoramos, ahí somos los príncipes, somos los sapos. Nos pegamos al piso para enredarnos en sus zapatos.

El amor es un maldito mar de emociones: falsas, absurdas, bonitas y nauseabundas.

El amor nos golpea el pecho, nos da felicidad mientras nos sentimos presos.

Es un vaivén de emociones sin sentido que nos acompaña mientras vivimos

El amor nos mutila, nos hace llorar noche y día. Lo peor de toda esta agonía es que no existe una ley que no los quite de encima.

El amor ente maltratador, lleno de balas de acero que transmiten veneno, por tú culpa somos seres fríos y llenos de miedos. Víktor Lhuis

A los treinta y tantos....

De mí esperan muchas cosas, pero yo no espero nada que vaya más allá de tener un pote grande de tinta y una buena hoja de papel.

A los treinta y tantos ya la vida me reclamará un asiento, un descanso, una labor de cuarenta horas y dejar muchos sueños y anhelos en el pasado.

La familia orgullosa por un niño con una buena preparación y con un armario lleno de corbatas, mientras los amigos se alejan por extrañar al chico bohemio que hoy sólo acude a fiestas de gala.
A los treita y tantos, las sandalias serán sustituidas por zapatos italianos, mientras el "fast food", se convertirá en un restaurante donde la comida se acompaña con vino blanco.

Las noche de ver el amanecer, embriagado hasta perder el aliento, y las charlas humanistas con amigos se modificarán por una rutina quasi militar y con conversiones ejecutivas rodeados de copas de champán.

En mi casa me esperará mi mascota dormida, y en la cocina un silencio sin final. En ese entonces mis preocupaciones sobre el Mundo se irán al pasado, junto con el francés y el italiano.

A los treita y tantos tendré una vida aburrida si no disfruto el presente y no hago nada para evitarlo.

A los treita y tanto espero que mi vida no sea como lo que en estos versos describo, pues prefiero desde ya morir antes de llegar a pertenecer a un Mundo donde no pueda disfrutar lo que hago.

jueves, 23 de julio de 2009

Te amo, pero yo voy en primer lugar...


Por mucho tiempo lloré, me frustré, te rogué e inclusive deje de ser, para hacerte feliz.

¿Qué recibía a cambio? Sólo rechazos, malas caras, y un dedo señalándome como saico. Por mucho tiempo sólo quería pasar el tiempo a tu lado. Sin embargo esos momentos tu los llenabas con la presencia de otros, inclusive a través del ciberespacio. Nunca podíamos estar solos. Me sentía incapaz de no llenar tus espacios. Sólo me faltaba pararme de cabezas. Pero no, nada te complacía, ni siquiera los poemas que te escribía, catalogados por ti como cursilería.

Es muy lamentable que no apreciaras ese amor ciego que sentía por ti. Hoy aunque te amo, me amo más yo. Me disfruto, soy un ser especial. He logrado comprobar que sin ti el Mundo puede pasar igual. E inclusive mi compañía me agrada más que el séquito interminable de amistades que hasta el sexo interrumpías para oírles al contestar.

De mi compañía aprendí mucho y me encanta mi soledad. Perdoname mi tesoro, pero el tiempo no da marcha atrás. Ahora lamento las cosas que siempre quise hacer y por estúpido las dejé pasar.

Ahora los roles han cambiado, yo no me arrodillo más. Me buscas, me anhelas pero es muy difícil pues el tiempo no marcha atrás.

Antes te acariciaba, te besaba y no te sentía en comodidad. Dejé de hacerlo, pues mi orgullo tiene un límite, aunque esta vez se tardo en llegar.

Me cuestionas que no te toco, pero así tú lo estableciste varios años atrás. Si de algo vale te pido disculpas, pero hoy me importa ser feliz yo que un amor que no sé a dónde llegará.... Víktor Lhuis

martes, 21 de julio de 2009

Páginas que sólo mueve el tiempo


''Ser o no ser..." narra un verso en la literatura. "Seré o no seré..." lo tradusco yo en mi cultura. El pasado siempre esta presente en nuestras vidas, como una lluvia de rocio que no deja que aparesca el verano. Como una estrella en el cielo que aunque no la toquemos sabemos que ahí esta.
El pasado es un producto más del tiempo, el reloj de la vida sigue avanzando. Los rostros de muchos se van desgastando.
Cada vida es un libro, los minutos y las horas son su páginas. Cada vez que damos vuelta a la hoja no podemos corregir ni volver a escribir de ninguna manera todo lo que allí se guarda. Las memorias de nuestros versos, van marcando nuestros sueños, las prosas van guiando nuestros pasos y los puntos y comas van poniendo pautas a los sucesos.

Cuando escribimos en nuestros libros, damos vuelta a las páginas de vez en cuando. Leemos cada párrafo como si volvieramos a experimentar todo aquello que pasamos. ¿Cuanto nos duele poder leer estos textos y no poder hacer nada para editarlos?
Vemos caer hojas, vemos volar pájaros, notamos como van pasando los minutos, nos damos un abrazo. El tiempo; Ser maldito que escribe nuestros mejores momentos en las páginas del pasado. ¿A dónde nos va a llevar si las páginas de nuestros libros el viento se las lleva volando?



jueves, 16 de julio de 2009

De terneras, tijeras y mujeres bellas...


La pequeña ternera nace y casi no puede caminar. El mundo parece nuevo a su alrededor no conoce nada, todo es extraño y todavía la magia del instinto no la ha tocado. La ternera comienza tomando leche; eficáz para su crecimiento, y buena para sus organos internos.

A medida que va pasando el tiempo la pequeña ternera va creciendo. Ya no toma leche, pues su figura va perdiendo. Ahora sólo come de lo verde, de aquello que no tiene sabor, aquello que le asegura en la competencia de los mejores cuerpos una posición.

La ternera ya no va sola a las actividades, un sequito la acompaña. Unos con tijeras, otros con maletas llenas de telas. Unos le ponen los zapatos, otros le pintan los labios. La ternera sólo sonrie, ante las miradas de los sapos.

En su casa el campesino la extraña, pero todo sea por cumplir el sueño de una ternera más. Las primeras dos no pudieron hacer nada,"ojalá ésta me ayude a pagar las deudas y la logren exportar".

La ternera sueña con comer de lo verde en "Les Champs Eliseés", y pasear por las aguas frías del Báltico, hasta llegar al sur donde pueda conocer a altos funcionarios.

Pobre ternera que sólo sueña, mientras su sequito no deja de pelear con otros sobre cual es la más bella.

La ternera se pasea por la pasarela, no tiene que hablar, sólo tiene que demostra lo buena ternera que es con su caminar.

Poco a poco se van eliminando las terneras, mientras los productores con estampas de acero, que duermen en el fuego, sus cuerpos le queman.

Sólo quedan dos terneras, los sapos y los del sequito, se van poniendo istericos y comienzan a temblar. La desición, puede hacer volar zapatos, tijeras y carteras, pero eso no les preocupa a las terneras. Estas sólo quieren poder alimentar sus estomagos con hierva de la buena.

Pierde la ternera y todos sus sueños vuelven a la montaña donde comenzarón. Pobre ternera será muy pronto olvidada, pero eso lo sabía de antemano. Sólo tendra que conformarse con pal de anuncios en el periodico local, y lo más fino que podra comer será de los pastos del Morro en San Juan. Mientras no deja de arrepentirce de todo lo que hizo, aquella noche final. Pero, ¿Qué se puede hacer? Eso es lo que pasa cuando se ponen a competir por quien es la más bella, exhibiendo sus cuerpos como terneras ante los demás...Víktor Lhuis

miércoles, 15 de julio de 2009

Máscara Perdida.



Aún el telón no subía, sin embargo todo ya casi estaba listo para dar inicio a la función. Las luces se verificaron varias veces, el sonido no estaba mal, mientras el corre y corre en los camerinos crecía según se movían las manecillas del rélog.

Un sin número de detalles ya habían sido completados, no obstante los nervios del director, con cigarrillo en mano, llegaban a las butacas, y puede ser, mucho más atrás.

"Primera llamada", y con ella los gritos de todo el elenco no se hicieron esperar. "Mi zapatilla!", "Dáme mi sombrero!", "Maquillaje por favor!", en fin un desastre total.

En ese momento algo jamás esperado implantó el silencio tras las cortinas del camerino principal. "La máscara!", "La máscara del actor principal!", "¿Dónde está?" Sólo unos segundos bastaron para que todos se pusieran a buscar. "Aquí no está", "Yo la vi por acá", "No me acuerdo donde la pusimos luego de ensayar"; fueron algunos de los comentarios que hicieron a las tablas del escenario temblar.

"Búscala aquí", gritó el maquillista, señalando un viejo diván. "No aquí no está. Pero ¿cómo se le ocurre perderla el día de la función magistral?", comentó el encargado de utilería.

"Se la quitaron", susurró uno de los bailarines de la parte musical. "Pero no se sorprendan chicos, eso era de esperar pues inevitablemente siempre sale a relucir la verdad", añadió el chico sin disimular.

"Segunda llamada". En ese momento sólo restaba improvisar. "Un par de hilos, un botón... ohh Dios mio, esto no va a funcionar", rezaba la mujer del vestuario, mientras los ojos del actor se prestaban a llorar.

"Intenta con esto", "No. Con eso no aguantará", "Eso que importa, sólo necesita esconder su faz".

Mientras eso pasaba detrás de las cortinas, el teatro se llenaba de gente importante; gente que no querían perderse la puesta en escena de una de las obras que marcarían a la sociedad. Gente del gobierno, letrados, Conocedores del idioma, los más distinguidos chefs, la gente de la embajada francesa, y gente singular...

El director a punto de tocar el fondo, sólo pudo con la voz entrecortada ordenar..."Que siga la función, esto no se puede parar".

"Tercera llamada". "Fuera luces, abajo el telón, hagan silencio por favor... La función va a comenzar", mientras sólo se escucho decir del actor:"Apiadate de mi Dios pues hoy tendré que dar a conocer quien soy en realidad..." Víktor Lhuis

viernes, 10 de julio de 2009

Amigo mio...


A mi querido amigo:


Tanto tiempo ha pasado desde la última vez que entablamos una conversación, que ya ni recuerdo que fue lo último que te conté del sendero de mi vida. Amigo, mi más fiel hermano, que a través de los años escuchastes de mí tantas cosas, sin pedir nada a cambio. Con migo viste mi primer amor, mi primera cerveza, mi primer trabajo, hasta mi primera noche de pasión intensa....

Ahora, la distancia nos ha separado. Distancia de tiempo y espacio, distancia que no te ha dejado saber cuanto he llorado. Amigo, mi más presiado amigo, no sabes cuanta rabia me causa la imagen que me devuelve el espejo... Se nubla mi mirrada pues ya no soy el jovial niño. La madurez y los tropiezos, sus marcas en mi rostro muy rápido hicieron, mientras me hierve la sangre al recordar que sólo en las fotos no pasa el tiempo.
Tú siempre fuiste más sociable, más espontáneo, más verdadero.... mientras que yo sólo traté de ser una fragíl copia de tus movimentos. Mi presiado amigo, como te busco y no te encuentro, algunos ya me dicen, que me resigne y que acepte que ya no te tengo. Pero, ¿Porqué dejarte ir si puedo enmendar mi abandono y mis desprecios? Amigo, aún recuerdo nuestras largas pláticas y el comienzo de todos nuestros sueños. ¿Cómo pudo pasar tan rápido el tiempo? Sin embargo de nada valen las preguntas si no se puede dar marcha atrás, mucho menos cuando el niño de nuestro interior, ese amigo de la imaginación, con el pasar de lo años, vamos perdiendo.... Víktor Luis

De la Utopía a Disneylandia...


Buscar el bienestar individual de cada ser humano no es cosa fácil. Al menos eso pude comprobar reciente-mente, mientras, con cerveza en mano, dialogaba con mi ser amado. ¿Qué de mal tiene tratar de establecer unos parámetros que ayuden a una relación a ser madura y conforme a lo establecido, "normal"? No, y sencillamente no. Lo utópico, por más que nos empeñemos no llega a transgredir esos espacios imaginatívos de nuestros pensamientos. En mi opinión, los seres humanos lo establecemos así. Ya decía Mahatma Gandhi, que el poder de las cosas está en la mente. Entonces, las personas podemos controlar el hambre, algunos movimientos, entre otras cosas. Pero... ¿Porqué no poder controlar lo que se espera del futuro? Es obvio que ese espacio del trayecto de nuestras vidas no puede ser controlado, pero ¿Acaso no se puede ir modificando desde el presente? Pienso, que hoy por hoy se pueden tomar decisiones y trazar modos y estilos de vida, que te ayudarán a reaccionar a los eventos venideros. "La vida es así", reza un proverbio. Pero ¿quién creo la vida?, ¿quién la mantiene así? y peor... ¿quién la pretende mantener para siempre? Acaso, ¿No podemos los seres humanos concretar las utopías de nuestros sueños?
Vale la pena preguntarse, si al establecer una meta, se comienza primero en lo imaginario, y poco a poco se va haciendo realidad, según el esfuerzo y el ímpetu que se ponga. Entonces, ¿Porqué aquello que deseamos para nuestra vida, vistos por algunos como cosas "utópicas", no pueden llegar a realizarse. ¿Porqué no es normal?, ¿Porqué no se sabe que va a pasar? ¿Porqué así es la vida....? Perdonenme pero entiendo que al igual que controlamos lo que querremos estudiar, en lo que querremos trabajar en fin, con quien nos vamos a acostar.... podríamos también controlar la búsqueda de nuestro bienestar. Y si eso es así , en resumen, prefiero vivir en la Utopía antes que en el mundo "feliz" de Disneyland.... Víktor Lhuis