
Fui sonrisa en mis años de juventud y lujuria en la niñez.
Y desnudaba el verso en la proa de un pirata niño que se hizo hombre bajo una piel.
Jugué con mis rizos ingenuos, descalzo de sueños y anhelos en un mundo de traspiés.
Rompí en llanto tras el destierro desnudo de mis años; porque no fui niño, sino hombre pirata que juega al revés.
Navegué en muchos mares con mi joven navío, pero tesoros no encontré.
Y eco se hicieron mis lágrimas como estrellas manchadas de sangre e hiel.
Un manantial ahogaba al pirata y a un hombre en silencio hacía nacer.
Pirata hombre, pirata niño. Tendido en el lomo de mi montaña hoy me siento perdido.
¡Oh, preciosa montaña que me mostró la carne y el sabor del vilo!
Montaña hombre, montaña de niños; recógeme entre tus brazos y acurrúcame entre tus lirios.
Devuélveme la inocencia, has nuevamente tuyo este niño.
Enróscame entre matorrales y lléname de suspiros.
Muéstrame, montaña, la inocencia de mi piel y la génesis de mi destino,
Cual pirata de mil mares que perdió su timón en el olvido.
Haz de mí melodía encallada en riachuelos de nueva vida.
Hazme tuyo mar o montaña ó escúpanme un camino.
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